Another Fishing Story
“Thus says the LORD: I know their works and their thoughts, and I come to gather nations of every language; they shall come and see my glory.” (Isaiah 66:18)
How does this passage from the first reading this weekend settle in you? The Lord our God, knows our works and our thoughts. I know for myself, that I may not always have the best thoughts, nor works. My mind tends to wander and go in another direction at times. One way to look at this passage may scare us and make us afraid of the Lord knowing us better. Another, and more consoling way to read this passage, is to realize the Lord our God is loving and caring, merciful and understanding. Since the Lord knows our thoughts and works, our deeds and intentions, He also knows what we need most. The Lord is with us in the moments our mind tends to wander. The Lord is leading the works and deeds we do and He knows we intend to do well.
The mind is an amazing gift from the Lord. It is given to us to be used to advance societies, to discern movements of the heart, to make brilliant discoveries and to imagine things we cannot see. There is so much good the mind is capable of. However, the evil one also can infiltrate the mind and our thoughts. We also know that we think thoughts of envy and lust and greed and the whole list related to the 7 deadly sins. Often times these thoughts also lead to works of disgust and even hatred in the world. It is unfortunate that we can give in so easily to the bad thoughts and actions against our fellow brothers and sisters in the world. So how can we counter these bad or ill thoughts and actions?
St. Ignatius of Loyola, the founder of the Jesuits and Spiritual Master, has a time-tested technique call the “Discernment of Spirits. It is simple to learn and is very effective. I myself have found this method irreplaceable in my own spiritual life and ministry, and I would like to share it with all of you. It all comes down to three parts, “Be Aware, Understand, Take Action” I pray this little lesson from St. Ignatius is helpful. Remember..., The Lord is merciful and understanding to all His loved ones. That is you!
1. Be aware of what’s going on inside of us—thoughts emotions, movements of the heart;
2. Understand where those thoughts, feelings, movements are coming from—from the devil or from God
3. Take action—if they’re from the devil cast them out; if they’re from God, keep them, relish them.
In Jesus- Through Mary & Joseph
Fr. Josh Brown
Otra Historia de Pesca
"Así dice el SEÑOR: Conozco sus obras y sus pensamientos, y vengo a reunir naciones de toda lengua; vendrán y verán mi gloria.” (Isaías 66:18)
¿Cómo te resuena este pasaje de la primera lectura de este fin de semana? El Señor nuestro Dios conoce nuestras obras y nuestros pensamientos. En lo personal, sé que no siempre tengo los mejores pensamientos ni las mejores obras. Mi mente tiende a divagar y a veces va en otra dirección. Una forma de interpretar este pasaje podría asustarnos y hacernos temer que el Señor nos conozca tan profundamente. Sin embargo, hay otra forma más consoladora de leerlo, que es darnos cuenta de que el Señor nuestro Dios es amoroso y atento, misericordioso y comprensivo. Dado que el Señor conoce nuestros pensamientos y obras, nuestras acciones e intenciones, Él también sabe lo que más necesitamos. El Señor está con nosotros en los momentos en que nuestra mente tiende a divagar. El Señor guía las obras y acciones que hacemos, y sabe que nuestra intención es hacer el bien.
La mente es un regalo maravilloso del Señor. Nos la da para ser usada para avanzar en la sociedad, para discernir los movimientos del corazón, para hacer descubrimientos brillantes e imaginar cosas que no podemos ver. Hay tanto bien que la mente es capaz de hacer. Sin embargo, el maligno también puede infiltrarse en la mente y nuestros pensamientos. Sabemos que también pensamos pensamientos de envidia, lujuria, codicia y toda la lista relacionada con los siete pecados capitales. A menudo, estos pensamientos también nos llevan a obras de desdén e incluso odio en el mundo. Es lamentable que tan fácilmente nos rindamos a los malos pensamientos y acciones contra nuestros hermanos y hermanas en el mundo. Entonces, ¿cómo podemos contrarrestar estos malos o dañinos pensamientos y acciones?
San Ignacio de Loyola, el fundador de los Jesuitas y maestro espiritual tiene una técnica comprobada llamada “Discernimiento de Espíritus”. Es fácil de aprender y muy efectiva. Yo mismo he encontrado este método indispensable en mi vida espiritual y ministerio, y me gustaría compartirlo con todos ustedes. Todo se reduce a tres partes: “Estar Alerta, Entender, Actuar”. Oremos para que esta pequeña lección de San Ignacio sea útil. Recuerda… El Señor es misericordioso y comprensivo con todos sus seres queridos. ¡Eso eres tú!
1. Estar alerta de lo que ocurre dentro de nosotros— pensamientos, emociones, movimientos del corazón;
2. Entender de dónde vienen esos pensamientos, sentimientos, movimientos—si son del diablo o de Dios;
3. Actuar—si son del diablo, échalos fuera; si son de Dios, guárdalos, disfrútalos.
En Jesús - Por María y José,
Padre Josh Brown